CUANDO LAS MUJERES NO SE SUJETAN A DIOS

INTRODUCCIÓN.

Pastoras, pastoras y más pastoras. Esto es lo que estamos viendo ya como una realidad en el sectarismo. ¿Cuánto faltará para que en iglesias fieles se presente tal desviación de la fe? Muchos piensan que el permitir a la mujer el oficio de "pastora" es bueno; acusando de machistas y legalistas a los que no permitimos a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre. En algunas llamadas iglesias de Cristo ya se ve que las mujeres tienen un papel de carácter público en la adoración. Tal parece que el liberalismo de muchas iglesias no les permiten ver que su actitud hacia el orden que Dios ha establecido en su iglesia se está viendo quebrantado al permitir a las mujeres predicar en el púlpito, dirigir oraciones o himnos en la iglesia, o a llamarse directoras de cierta actividad extra bíblica que la iglesia ha inventado como servicio a Dios. La pregunta es, ¿representa un regreso a la Biblia el hecho de que las mujeres estén teniendo tales actividades públicas en sus reuniones religiosas? ¿Es apegarse más a la Biblia el permitir a las hermanas dirigir himnos, oraciones o predicar en la iglesia? ¿No será más bien una señal de cómo el paganismo está invadiendo al sectarismo, y a muchos hermanos que se apartan peligrosamente cada vez más de la verdad?

RELIGIONES PAGANAS Y LA MUJER.

Resulta que las mujeres romanas, por ejemplo, no eran conocidas por su carácter "sumiso". Existe un escrito romano que dice: "..Nosotros reinamos sobre el mundo, pero nuestras mujeres reinan sobre nosotros.." (Vida en el Mundo Antiguo, Bart Winer. Nueva York: Random House, Inc., 1961, p. 176.). Nótese que es una frase muy común, no sólo entre los romanos, sino aun en nuestros días.

En las religiones romanas, las mujeres tenían los mismos papeles que los hombres. Había incluso "sacerdotisas", las cuales, gobernaban en muchos templos paganos. Félix, un licenciado cristiano, describió la religión de los romanos de la siguiente manera:

"..Hay ciertos lugares donde no puede entrar ningún hombre. En otros, no puede entrar ninguna mujer. Es una delito para un esclavo presenciar ciertas ceremonias religiosas. Unos templos son gobernados por una mujer con un esposo. Otros templos son gobernados por una mujer con muchos esposos.." (Octavius, M. Felix, cp. 24.)

El personaje religioso más prominente de las tierras mediterráneas de la antigüedad era el que daba el oráculo de Delfos (hoy la ciudad de Castri). Este oráculo siempre lo daba una mujer, "la profetiza de Delfos".

En Corinto se hablaba de la diosa "Afrodita", y en su templo, ubicado en una montaña llamada Acrópolis, había más o menos mil sacerdotisas que descendían al pueblo a prostituirse.

No muy lejos de Corinto se sabía de la diosa "Juno", diosa romana correspondiente a la diosa griega "Hera", de quien se decía que "regía" el cielo, la luna, la tierra y la fertilidad.

En Efeso era famosa la diosa "Diana" (Hch. 19:23-35). Su templo es considerado como una de las siete maravillas del mundo.

En la mayoría de los cultos paganos se le daba a la mujer la libertad de oficiar y enseñar. Tertuliano comentó así sobre el papel de las mujeres en tales grupos:

"..Se atreven a enseñar, disputar, echar fuera demonios, realizar sanidades, y tal vez aun bautizar.." (Prescripción contra los herejes, Tertuliano, cp. 41)

En la secta herética de los "montanistas", después de la muerte de su fundador, Montano, los dos dirigentes más importantes fueron mujeres: "Maximilla y Priscila". De hecho, la mayoría de las profecías y las nuevas enseñanzas de esta secta surgieron de las mujeres.

Es interesante que muchos predicadores, con el afán de permitir a la mujer enseñar o ejercer alguna dirección en sus cultos, afirman que las limitaciones de Pablo con respecto a la mujer en la iglesia, tenían que ver con aspectos culturales. Sin embargo, esta información nos lleva a pensar todo lo contrario, el excluir a las mujeres de los papeles de enseñanza, dirección y oficio en la iglesia, no tenía que ver con la cultura de sus días, es decir, la cultura romana. Desde el Antiguo Testamento Dios estableció un orden para el hombre y la mujer, y ese mismo orden es aplicado por Dios nuevamente en la iglesia. La cultura y la religión pagana indicaba lo contrario, pero los cristianos primitivos no fueron influenciados, ni arrastrados por la cultura, sino que, obedientes a Dios, daban a la lugar el respeto debido, sin atribuirle u otorgarle un papel más allá de los límites que Dios ha establecido.

CUANDO LA MUJER NO SE SUJETA A LA VOLUNTAD DE DIOS, SE LEVANTA COMO LIDER EN EL CAMPO RELIGIOSO, ARRASTRANDO A SUS SEGUIDORES LEJOS DE LA VOLUNTAD DE DIOS

CONCLUSIÓN.

Hermanas en la fe, no permitan que el engaño del mundo invada su corazón, respeten el orden que Dios ha establecido para ustedes, y sírvanle dentro de las áreas que el ha dispuesto para cada una de ustedes.

Lorenzo Luévano Salas

Extracto del estudio "la obra de las hermanas en la iglesia"

presentado en la iglesia de Cristo en San Rafael.